viernes, 26 de febrero de 2016

18-12-02

Han reconquistado, al fin, la primera página, pero a los terroristas de ETA les sorprenderá y contrariará haberlo hecho de forma tan chapucera como trágica: han asesinado a un guardia civil, y el comando, dos asesinos aficionados, ha sido detenido. El objetivo era instalar un coche bomba en Madrid para volver a la primera página de hoy con los honores sangrientos de una matanza “por todo lo alto” que recordara que ni siquiera la catástrofe del Prestige podía competir con ellos. Como en varias ocasiones anteriores, una vida ha salvado, quizás, muchas otras. Lo que no salvará a los gallegos de nuevas mareas será la incompetencia del goppierno, empecinado en revolverse contra la oposición para continuar lo único que les importa: no desatender el frente electoral en el que tanto se juegan –y en el que probablemente ya lo hayan perdido casi todo, a pesar de sus esfuerzos-. La petición de dimisión que le ha dirigido Rajoy a Caldera, portavoz chapucero del PSOE, acredita bien a las claras que el goppierno sólo sabe hacer oposición, pero no gobernar. Y la realidad gallega, más allá de especulaciones clonicadoras, es terca como una mula de noria. He ahí la salida por la puerta falsa de Fraga, dejando plantado al Príncipe, a quien acompañaba, para no sufrir las iras de 2000 manifestantes que hubieron de soportar, sin embargo, una carga política de la policía, como en los viejos mejores tiempos del siniestro personaje que ha atravesado la escena del poder español desde la dictadura franquista hasta nuestros días. Felipe González le echó un cable, porque le convenía electoralmente, con aquello de que le cabía el Estado en la cabeza y ha acabado cabiéndoles él a todos, especialmente a los gallegos, hasta en la sopa. Curioso personaje, Biljana Plavsic, ex presidenta serbobosnia, una mujer de una cultura exquisita que, a pesar de ello, se convirtió en una bacante incondicional de la orgía asesina de Karadzic. Hermann Tertsch la retrata en síntesis modélica. Extraño viaje, de la cultura a la coltura, parecido, salvando muchas distancias, al de Ramiro de Maeztu. Una sensibilidad parecida a la de la genocida es la de la casa Nestlé, que reclama a Etiopía nada menos que seis millones de dólares por la nacionalización de una empresa tras el golpe militar de Mengistu Haile Mariam, sin que lleve trazas el pleito de que esté dispuesta, Nestlé, a perdonar ni un centavo. Noticias así deberían condicionar la estrategia de compra de mucha gente, como acaba de condicionar la de Clonista. La modificación de la realidad, como se ha estudiado con acierto en la teoría del caos, no requiere, a veces, de grandes esfuerzos. El esfuerzo individual, propagado en onda, puede conseguir resultados espectaculares. Álvarez del Manzano, el rey del madroño, se irá envuelto en escándalos de malversación de fondos o, en lenguaje políticamente correcto, en “usos incorrectos de fondos públicos”, pero se irá. ¿Devolverá el dinero de todos que tan alegremente ha usado para beneficiar a unos pocos? Asciende a dos millones la cantidad de mujeres que sufren malos tratos domésticos por machos de la especie sin domesticar. Esa es una realidad de tomo y lomo, que se decía antes, de toma y te deslomo que se debería decir ahora, y contra la que el goppierno aún no ha acabado de reaccionar como debería. Se resolvió el pleito francés sobre el velo de la empleada. El tribunal ha fallado a favor de la represaliada, luego ha de ser readmitida. No está todo dicho, sin embargo, en los tribunales. En el sector público, por el contrario, hay sentencia favorable al despido. La empresa que la despidió la acogió al principio con el pañuelo; pero al ser trasladada a las oficinas centrales, donde era más “visible”, decidieron quitársela de encima, sin duda por estética. Esa torpeza de gestión recuerda a la política de confrontación de Mas quien se llevó una buena tunda de palos parlamentarios el día que celebraban la unión de todas las fuerzas políticas, salvo el PP, para modificar el Estatut. A ese candidato le sobran esfuerzos desesperados y le falta empaque, programa y credibilidad; pero eso no se adquiere en media legislatura, claro. Por lo menos los sindicatos “temen”, que ya es cautela, que el nuevo calendario escolar perjudique a los profesores. Eso se arregla rápido: que nadie hable por ellos, que evacuen consulta vía referéndum y se sabrá qué piensan. En este país, ahora que cae en ello Clonista, se le tiene cierto medio a los referendos, quizás por la historia franquista que abusó de ellos, pero deberían rescatarse, en determinados asuntos, para calibrar bien la respuesta de los afectados ante ciertas decisiones políticas. Lo del Folclòsrum se ve que no da una a derechas. Después de entrar en la política nominal de responsables de los debates y proponer algunos candidatos “de prestigio”, faltaba más, el goppierno se echa atrás y no quiere ni oír hablar de nombres antes de consensuarlos, lo cual quiere decir que los intentos de manipulación interesada del acontecimiento se suceden a un ritmo vertiginoso. Un nuevo ataque, esta vez desde Bruselas, contra la salud mental y física de los trabajadores: para salvaguardar los fondos de pensiones hay que alargar la vida laboral hasta casi los 70 años. Eso es lo que quieren: exprimir al proletariado hasta que coincida el adiós al trabajo con el adiós a la vida, que se pase de la cadena al nicho. ¿Quién fue el profeta, lamentable, de la nueva civilización del ocio? ¡Menuda pesquis la suya!

jueves, 25 de febrero de 2016

17-12-02
      Superar los lunes es algo así como superar la propia semana. El martes es día amable, pero cuando la realidad sigue pringada en fuel, nada escapa a la sensación viscosa de que, de repente, todo se ha detenido, que la vida se ha vuelto más pesada y cansada. Y las novedades no sirven de aliento, sino de todo lo contrario: los damnificados de las Rías Bajas han iniciado una huelga de hambre. ¿Se apresurará el goppierno a responsabilizar de la misma a la acción desleal de la oposición? ¿Llegará esa noticia a las telepepés? ¿Provocará un conflicto institucional la presencia –a juicio del goppierno claramente demagógica, sin duda-  del Príncipe entre los voluntarios, pisando las playas que el caudillito se negó a pisar? A medida que se van conociendo los “detalles” de la catástrofe, va arraigando la idea de que todo se ha complicado por la incompetencia de quienes tenían la última voz de mando, Cascos en la cúspide. Anecdótica es la noticia de que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, desaparecido en combate en las marismas onubenses, no sufriera el chapurreo agresivo con que  los combatientes contra el chapapote recibieron al séquito político del Príncipe. Cosas de la mediocridad, sin duda. Bajo la marea, una aportación de la bushadministración  usamericana a los nuevos usos políticos. Desechado aquel departamento de creación de información falsa, de intoxicación informativa, ahora buscan, concretamente desde el Pentágono, captar y poner en nómina a periodistas de todo el mundo para que trabajen en pro del amejoramiento de la imagen del mismo en todo el mundo. No es tarea que el propio Heracles redivivo pudiera acabar con éxito, desde luego. En Rusia se sigue usando la psiquiatría al servicio del poder: un informe técnico del instituto Serbski –famoso otrora, al parecer, por sus dictámenes contra los disidentes- exculpa a un coronel acusado de matar a una joven chechena alegando la famosa “enajenación mental transitoria”, que viene a ser algo así como la carta blanca para la comisión de cualquier atrocidad sin tener que responder penalmente de ella. Peor carta blanca aún  es ese 99´5% de votos a favor del caudillo carismático de Guinea, Obiang, en las elecciones presidenciales. No han llegado noticias de que el 0’5% disidente haya ingresado en prisión, pero no se descarta. En el cuerpo de la noticia aparece un dato muy curioso: “En 1999, España negoció con el régimen de Obiang un mínimo de 20 escaños de los 80 del Parlamento para la oposición. La respuesta fue: ‘veinte son muchos’”. O sea, ¿se negocia la voluntad popular? ¿Son los guineanos ciudadanos de 7ª?  Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001 celebra el galardón de los premiados en 2002 y destaca su contribución a los estudios económicos: “estudiar a las personas y a las economías tal como son, no como queremos que sean”. En el fondo es un elogio de la aceptación de la realidad, lo que pudiera parecer una perspectiva conservadora o reaccionaria y que, sin embargo, es justo lo contrario: las dosis de irracionalidad de la vida económica son determinantes para su funcionamiento y conviene detectarlas y comprenderlas. Clonista sospecha que el prurito científico de los economistas les ciega demasiado, tanto como les aterra que se les acabe asimilando a una especie de arúspices modernos, lo que en tantas ocasiones acaban siendo, con resultados muy variados. Los padres de los alumnos y los políticos complacientes con las bolsas electorales siguen en su decidida acometida contra las vacaciones y el horario escolares hasta que acaben consiguiendo su sueño ideal: que sus hijos estén once meses al año recluidos en la escuela en doble sesión de mañana y tarde. ¡Ay, si Ivan Illich levantara la cabeza!  A medida que aumenta el tiempo que los niños pasan en la escuela y el desinterés de los padres por su formación, el fracaso escolar crece en progresión geométrica; pero lo evidente ¿a quién le interesa verlo? Negar las evidencias es el deporte social por excelencia, salvo excepciones. Como la de Schröder, por ejemplo, dispuesto a ofrecer una amnistía fiscal a los alemanes que “repatríen sus ahorros”. Esa amnistía encubre, en realidad, la incapacidad política de la UE para controlar el poder casi omnímodo de la Banca en el continente. Pero esa realidad es de las que va por libre, sin duda.

miércoles, 24 de febrero de 2016

16-12-02

Antepenúltimo lunes de dolores laborales antes de llegar a la estación término 2003, en cuyo primer día del año pondrá Clonista el punto final a su insensata aventura con la promesa solemne de no embarcarse en otra parecida en lo que le pueda quedar de vida. Alienado hasta las heces se siente. Tanto que ya entrevé, hacia el futuro postclónico, un cierto síndrome de abstinencia del que espera que no le suma en la oscura melancolía. La frecuentación de la realidad prensada tiene eso, se acaba convirtiendo en una dependencia difícil de reconocer como tal y más aún de combatir. A lo largo de esta clónica traicionera y un punto alevosa, en muy contadas ocasiones ha recurrido Clonista a la realidad omnipresente del deporte, aun sabiendo que tal decisión constituía una desviación perversa de su esfuerzo clonicador, pero hoy una fotografía de Joan Gaspart en trance resignado de aceptar una bronca de los socios, con una mueca que es paradigma universal de la crispación, le recuerda a Clonista la pueril importancia trascendental que, en una sociedad democrática avanzada como la catalana –sin comentarios-, puede tener el que el equipo culé ande a dos puntos de los puestos de descenso a Segunda División. ¿Pasará Gaspart a la historia del Barça como el primer presidente con el que el equipo bajó a Segunda? Probablemente no llegará la sangre al río, pero el asunto tiene consumidos a los más fanáticos seguidores del club, empezando por el presidente, modelo emblemático de fanáticos. Cascos, por su parte, también está modelando su propio fanatismo: ni un error cometido. Y solo parabienes habría de recibir por haber decidido alejar el Prestige de las costas gallegas, pues evitó así “una catástrofe de consecuencias inimaginables”. Clonista no ha dudado en imaginar la destrucción y el hundimiento de La Coruña o la levitación ballesteriana de la misma, aunque tras las referencias casquivanas a Chernóbil no quiere ni pensar en la naturaleza de esa catástrofe que ha pasado por la mente Casfquiana del Fomentador mayor del reino y un punto fementido. “Combatiente enemigo” es la etiqueta mediante la que uno tiene todos los números para que la CIA se lo lleve por delante, según lo ha autorizado Bush por escrito. Pero no acaban ahí las sorpresas de lo real que dejan algo más que estupefacto al lector. Para distanciarse de Al Qaeda, a Arafat sólo se le ocurre decir que Bin Laden “ha estado trabajando en un área completamente diferente y en contra de nuestros intereses.” ¿No son terribles esos eufemismos perversos? ¡Trabajar en un área! fueron, pues, los asesinatos del 11-S. Clonista lamenta no entender nada de nada o entender demasiado, que nunca sabe a ciencia cierta lo que hace realmente. Mariana Figueroa se queja en Cartas al Director de la basura televisiva. “Ante esta pandemia urge un antídoto”, dice, pero no se desprende de su queja que sea capaz de aplicar el único que cura de raíz el mal: apagarla. Es una decisión simple cuyos frutos permiten disfrutar de una auténtica nueva vida. Clonista lo recomienda. Groucho también lo recomendaba. De intransigencias: “Sopas de todo el mundo para el Raval” reza el titular. Festival de confraternización de culturas a través de la gastronomía mediante la degustación de 15 sopas distintas. “El único requisito que se exigía es que no incluyeran entre sus ingredientes el cerdo.” A Clonista ciertas “exigencias” le abren las carnes.

martes, 23 de febrero de 2016

15-12-02

A dieciséis días de este calendario de recluta en el que Clonista va marcando los días que le faltan para estar lili, y después de una mitja marató en la que J.O. le ha llevado arrastrando el belfo, una clónica dominical, que es día de transición y reflexión, de rescate de noticias discriminadas con anterioridad, no es la mejor tentación para seducirlo y excitarle las manos sobre el teclado. Ahora bien, la insólita realidad cautelosa de la visita clandestina del caudillito a La Coruña constituye de por sí una excelente manifestación de cómo el poder secuestra a quien lo ejerce y lo convierte en un fugitivo de la realidad, un vulgófobo que incluso rehúye, cuando vienen mal dadas y peor organizadas, el eco mediático que otras veces reclama con la ansiedad de quien ha sido destinado a glorias que, en su caso particular, más son estadísticas –y amañadas- que de estadista. El “tu mare muerde con la boquita cerrá” es, en el caso del caudillito, las disculpas con la boca  chica, tan embigotadas como funcionariales, pues, en su argot de escalafón, el presidente demediado ha presentado “las correspondientes disculpas” a las que Clonista ignora si les ha precedido un “habida cuenta” o un “es gracia que espera alcanzar”. En cualquier caso, una visita de tres horas escasas al “mayor desastre ecológico de la historia de España” no parece que sea un ejercicio de “respeto”, sino de indiferencia. Aznarpote de la Mancha se ha abierto una fosa de fuel en la que acabará chapoteando durante bastante más tiempo del que se piensa, si la agitpprop de su partido no es capaz de remediarlo con una inversión cuyos fondos “sería menester”, dicho a su modo, controlar de dónde procederán. Ya se entiende que la marea dálmata y la plastilina acaparen, de repente, la atención exclusiva del goppierno (por cierto, Miguel Izu hace una pregunta pertinente y saludablemente impertinente en su carta al Director: “¿Dónde se esconde Acebes?, Ministro del Interior, a quien la Ley de Protección Civil le otorga la condición de ‘superior autoridad en materia de protección civil’” ¿Será la catástrofe un “asunto exterior”? Que de Cañete no se acuerde nadie es comprensible, tan aislado en el gabinete desde la salida de su alma gemela villalobezna, a quien debió de dedicarle aquellas iniciales declaraciones de que los vertidos del Prestige ni se acercarían a Galicia; pero que a Acebes le hayan rebajado Interior a un negociado de extranjería y delitos comunes, y más ahora que ETA ha desistido de luchar contra la marea mediática, ¿quién lo puede entender? ¿Será que Rajoy vio la oportunidad de su vida para convertirse en el destapado sucesorio? De seguir así, Clonista puede acabar haciendo una edición especial del Trivial dedicada a la catástrofe, desde luego, pero la representación ubuesca de las elecciones obianguianas deberían haber provocado alguna nota de Exteriores. Ni España, ni Francia, ni la ONU han dicho esta boca es mía ante esa triste pantomima de democracia allí perpetrada. Han nacido la navidad con los fórceps de la publicidad masiva y el consumo, como reza el pie de foto y al tiempo titular de la noticia “se adueña de Barcelona”, lo cual significa que ha comenzado el expolio mercantilista de la futura extra navideña, rematado, como siempre, por las rebajas de turno. ¡La época más depresiva del año se acerca al galope de adornos luminosos archicutres y anuncios de elaborada pornografía sentimental! Hasta la coalición gociuernante, en las horas bajas de la seducción política, ha intercalado su postal navideña con las sonrisas más de compromiso que el fotógrafo más perverso y antinacionalista pudiera haber imaginado. Sólo en el dominical aparece, al fin, una crónica de la desaparición de QCQ, que incluye la genésis del programa, su desarrollo y su muerte, es decir, una biografía apresurada que, con todo, no acaba de evidenciar el censurable acto de censura que se lo ha llevado por delante de la parrilla, es decir, que lo han lorenzado  hasta la calcinación definitiva.
14-12-02   

A medio mes vista del final, concluido el primer trimestre escolar, sigue el clonista conquistado por esa sensación de balance de temporada que le invade como una amenaza. La realidad se ha resistido al escalpelo analítico y a la mirada intuitiva –por redundante que sea la expresión- con unas defensas que se han revelado inexpugnables. La desazón se ha convertido en desaliento, que no ha sido pequeño el trecho recorrido, porque los resultados, le duela o no a Clonista, son tan magros como las carnes del galgo corredor quijotesco. El desconcierto de Clonista ante la potencia proteica de la realidad no acaba nunca de desvanecerse. Y las realidades, que se suman a velocidades cibernéticas, componen, al final, un entramado de ficciones verosímiles y de verdades ficticias –que no son una y la misma cosa, salvo en apariencia, aunque las limitaciones de Clonista le impiden explicar esas diferencias sustanciales- en el que perece el afán de claridad, de luz, de entendimiento. No hay, pues, como la pasión para enfrentarse a la realidad, e incluso para instalarse en ella y dejarse arrastrar por el torbellino de los cambios perpetuos. Lo que no cambia, por ejemplo, es la mediocridad e incapacidad política del caudillito, quien no ha conseguido que la UE trate a España como trató a la Alemania de las inundaciones. Y probablemente en la UE tengan razón: las riadas fueron un desastre natural; la marea dálmata/ negra del Prestige ha sido un desastre de gestión guppernamental. ¿Les escuece que les signifiquen, para mal? Les da igual, probablemente. La desidia con que se han comportado durante la tragedia indica bien a las claras que el estado de descomposición en que ha entrado el goppierno, espoleado por la indeterminación de la sucesión del Gran Jefe de Negociado, es irreversible. Al mismo tiempo que ponía la UE al Caudillito en su lugar, de bien poco relieve continental, se aceptaba la ampliación hacia el este y el Mediterráneo, no sin algunos interrogantes que posponen la “alegría” para cuando la máquina ande rodada y la Babel resuelta. Turquía sigue a la espera. Kissinger ha optado por los negocios inconfesables, antes que por el empleo público, si ambos, como le han sugerido desde el Congreso, son incompatibles. Adiós a Bush y allá se las componga con gentes más dóciles y menos ambiciosas, qué caramba. El editorial del día analiza la “inflación de fondo”, pero se abstiene de señalar la repercusión microeconómica de la misma, limitándose solo al análisis macroeconómico, a la economía de los grandes números, que, traducido a la vida corriente, es la economía de los grandes números rojos, por los que, además, te cobran un interés de escándalo; unos números que te llevan a tocar fondo, sí. El rey de Marruecos tiene un gesto piadoso y ofrece sus caladeros a la flota gallega durante tres meses renovables. Por el desacuerdo respecto a la negociación de la UE con Marruecos para pescar en esas aguas comenzó la gran crisis hispano-marroquí. ¿Vendrá por este ofrecimiento el restablecimiento de la buena vecindad? Pasado el mes ya se sabe quién tomó la decisión final: José Luis López Sors, director general de la Marina Mercante, subordinado plenipotenciario de Cascos. Como se ha demostrado, esta crisis se ha gestionado desde el escalafón, de ahí la escalada del desastre. El guirigay nacional en que se ha convertido el desastre, con comisiones de seguimiento de las que se echan a los del bando político opuesto, con acusaciones de “separatismo” por entenderse con las vascongadas y con privación severísima de información a cuantos no sean leales y manifiesten adhesión incondicional al caudillito y sus ministros está llamado a convertirse en uno de esos episodios que, con el tiempo, requerirá de un Valle, no necesariamente gallego, que lo esperpentice para devolverle su auténtica realidad, la inteligible, al menos. Los paquetes bomba enviados a El País y a la sede de Iberia en Roma, al parecer como represalia por el encarcelamiento en España, tras sentencia judicial firme, de un peligroso delincuente italiano, son llamados “libro bomba” en la edición de hoy. ¡Libro bomba! En vez de una imagen que describa el poder del libro, la expresión convierte al libro en un adjetivo que ni especifica ni explica, sino que asesina. Como a su manera asesinaba también el ciudadano –de origen desconocido, aunque con Folique de nombre bien puede pensarse que sea de la misma nacionalidad que los adolescentes explotados por él: de Bangladesh, o alrededores, si bien se admite cualquier sorpresa, por supuesto- adicto a la esclavomanía que ha propiciado las necesidades de mano de obra sumisa y barata. ¿Cuándo se tomará en serio la UE la necesidad de acabar con la esclavitud de nuevo cuño ancestral en el continente, incluida la explotación sexual? Que el cambio es el fundamento necesario de la realidad se advierte, sin ir más lejos, en el recuerdo que le ha llegado a Clonista de lo bien que le sonaba al PSOE la “música” de la nueva ley de sanidad del goppierno y que tanto contrasta con el “rechazo total” que se recoge hoy. Debe ser que la “letra” no había por dónde cogerla, supone Clonista. Que Mas corrija a Pujol tiene de noticia lo que supone de reconocimiento de la chochez política del mentor, sujeto al calentón mental del desvarío de quien anda en permanente dejación y despedida, en cesión de trastos que acabarán por dar al traste con su deseo de ser sucedido por lo que ve como una reencarnación más bien pobretona, aunque atildada y barrada, de su propio proyecto político; pero no deja de ser una noticia de saldo.

lunes, 22 de febrero de 2016

13-12-02

La marea continúa y tiene anegadas ya todas las playas, las físicas y las políticas. El suceso va camino de convertirse en la piedra de toque de todo un periodo de goppierno. La justicia poética se impone. La destrucción del Estado, que ha posibilitado una apariencia de progreso económico, ha pasado factura. Y la afición al escalafón. Casi un mes después de producido el desastre se sabe por fin que el asesoramiento técnico para tomar la decisión de alejar el Prestige de la costa provino de funcionaros, no de técnicos especializados ni de científicos. ¡Nada menos que el director general de la Marina Mercante!, entre otros funcionarios de quinto rango, respecto del conocimiento científico imprescindible para decidir al respecto, como el capitán marítimo de La Coruña, fue determinante para que Cascos diera el plácet para que remolcaran el buque lejos de la costa. Nunca como hasta hoy se había visto tan claro que el verdadero debate es el de las responsabilidades políticas, esto es, la responsabilidad de las decisiones tomadas por quienes tenían el poder para tomarlas. Pero, por sobre todas las cosas, ha de considerarse la lamentable suerte que ha corrido la información veraz. Casi un mes después, el goppierno se empeña en hurtar información, según se advierte en la advertencia que, a su vez, ha recibido el director del Instituto Oceanográfico de Vigo de no informar a la prensa. La UE se apunta al gigantismo y no se sabe si también hacia la ingobernabilidad, pero todo se andará. Que habrá países de primera y de segunda no se le escapa a nadie, y nada bueno puede salir de diferencias tan exageradas. Se inicia una época de reordenación. Cada nación habrá de buscar su sitio, defenderlo y, si puede, mejorarlo. Las alianzas serán inevitables. La política, finalmente, en su acepción más tradicional, se impondrá. Que sea para bien. Clonista casi pasa la página de los muertos israelíes tras los muertos palestinos tras los muertos israelíes tras los muertos palestinos tras... ¿No debería ser vergonzoso para la izquierdatimorata de este país la denuncia que ha planteado un diputado radical italiano ante el Parlamento europeo sobre el trato de favor que recibe la iglesia católica en España, la única confesión religiosa financiada públicamente? Pues eso. Que Jiménez Lozano haya obtenido el Premio Cervantes ha constituido motivo de escándalo. La insinuación de que ha sido un candidato del caudillito, independientemente de que pueda responder a la realidad, lo que Clonista, como es preceptivo, ignora, no puede esconder la valía literaria del autor. Si el escalafón políticofuncionarial es complicado, el de los literatos no le va a la zaga, e incluso tiene un componente de perversidad que lo singulariza. Y del Cervantes, fiesta de la palabra, el estilo y la invención, a la política a ras de alquitrán: Pujol dice que no hay demanda de pisos de alquiler, que se prefiere la compra. He ahí un político anclado en una foto fija de la realidad. Que 20.000 jóvenes estén en una lista de espera para la adjudicación de un piso de alquiler municipal ¿no significa nada para el Cortijero? A su lado, los precios del Folclòsrum tienen más de insulto que de otra cosa: entre 21 y casi 16 euros al día. Es decir, una familia de 4 personas se gasta 84 euros diarios. En este país, en el que casi el 70% de las familias no llegan a fin de mes, ¿a quién se dirige el Folclòsrum? Demasiadas realidades en pugna. Demasiadas realidades y demasiados ojos que las contemplan de formas muy diferentes. “Antes la noticia era verdad. Ahora es mercancía”, afirma Kapuscinski, un reputado periodista cuyo libro Ébano es un hermoso modelo de la mejor literatura periodística, la inclasificable genéricamente. Y por ahí van los tiros. Solo hay que ver la deriva que ha ido adquiriendo la información sobre la catástrofe del Prestige para comprobarlo. Pero no solo es aplicable a la noticia, la sentencia, sino a las personas, las obras de arte y tantas otras cosas. Las relaciones humanas se han convertido, en nuestros días, en un ejercicio de tasación, realmente. Los nombramientos de Lula, por ejemplo, tan apegados a la ortodoxia del capital, ¿no acabarán convirtiendo su paso por el poder en una revolución gatopardesca? Pudiera ser.

domingo, 21 de febrero de 2016

12-12-02

A medida que se consume el último plazo de su aventura, Clonista se abisma en un desasosiego que es preludio del más que probable síndrome de abstinencia que habrá de apoderarse de él cuando se desligue de la cadena de lo real prensado a la que ha estado atado durante los 365 días del año sin perdonar ninguno. Por la cabeza le ronda escribir un Manual del Silencio en que se loen, con escasísimas palabras que no perturben el blanco revelador de las páginas, las virtudes de ese manantial de sosiego, auténtico espejo de los retales de un yo problemático y sometido a continua criba y crítica. El final ha sido de órdago, a tenor de la catástrofe cuyas consecuencias son difíciles de evaluar incluso a un mes del inicio de la tragedia. Según algunos agoreros, lo peor aún está por venir. Según otros, lo peor ya ha pasado. El goppierno, finalmente, ni sabe ni contesta, solo miente. Afrontar una catástrofe ecológica como la de Galicia con la vara de medir los votos que se ganan o se pierden y con la prepotencia de la mayoría absoluta y tres o cuatro televisiones detrás dispuestas a hacer un ejercicio de contabilidad equiparable a los de la escuela económica usamericana, solo podía conducir al guirigay que han montado los aprendices de brujo, con Cascos por delante, por supuesto. Los liquidadores del Estado salen ahora con que sólo las barcas de los pescadores son eficaces en la lucha contra la marea negra, lo cual más parece una excusa de mal pagador y peor administrador. ¿Por qué es tan lastimosa la imagen de un gobierno caído en la más absoluta incoherencia y desorientación? Si diera palos de ciego, aún daría algo; pero lo suyo es acumular desprestigios a fuerza de torpezas, cinegéticas, mentirosas, soberbias y casi de lo que al respetable se le ocurra. Tras la heroica acción de guerra subordinada, hoy llega el reverso: los misiles tenían destinatario legal, ergo gran metedura de pata o riesgo corrido inútilmente. Fiarse a estas alturas de decisiones usamericanas, por más poder militar que acumulen, conlleva casi un seguro trasquilamiento, casi trilloquilamiento, en realidad. ¿Por qué la noticia de un acto canibalesco en Alemania acaba en la sección de Internacional, en vez de en Sociedad, donde tantas noticias truculentas encuentran acomodo? Los amantes carnívoros se conocieron a través de internet y cumplieron un rito con, al parecer, plena aquiescencia de ambos, devorador y devorado, pues compartieron el pene de este último, según muestra el vídeo que grabaron para la “posteridad”. La pulsación atávica nos llena de horror cuando se materializa, pero la llevamos muy dentro, como rasgo singular de la especie, y bien lo pone de manifiesto el lenguaje amoroso o los numerosos romances tradicionales en que se cocinan y se comen criaturas. Pero impresiona, sin duda. Y más si está al lado de un titular como Francia acusa a Alemania de hacer una política dañina para Europa. Desubicación es también la de la réplica de Carlos Fuentes, mejor conocedor de la realidad vascongada y española en general, al subcomandante Marcos. En el fondo, la ignorancia de la realidad no es ni siquiera una carencia. Se puede ser y se debe ser ciudadano del mundo, pero exige un plus de interés y atención que se cobra un peaje temporal difícil de pagar. Lo lamentable es pretender sentar cátedra desde esa ignorancia o, lo que es peor, desde una deformación interesada de la realidad. Ayer el caudillito hubo de someterse al control parlamentario y salió de él con una perla que lo retrata: “hay manchas peores que son las de la insolidaridad, la demagogia y el oportunismo que usted llevará en su currículum para toda su vida”, le escupió el caudillito por el colmillo a Rodríguez Zapatero. Esa mentalidad funcionarial, de escalafón, es un retrato integral del jefe de negociado que desgobierna el país mientras negocia su futuro con la vista puesta en ese currículum sobre el que le ha caído tanto chapapote que ni un ejército de voluntarios sería capaz de dejarlo limpio en muchos años. Los técnicos de Investigaciones Marinas de Vigo no se andan por las ramas y culpan al goppierno de la catástrofe. Aún siguen en el anonimato los técnicos que aconsejaron al goppierno para que, en última instancia, el ministerio de Cascos tomara una decisión que se ha revelado una insensatez de marca mayor. Aunque a posteriori es todo más fácil, el dilema entre contaminar un punto concreto o todo el litoral no admite mucha indecisión, desde luego, para alguien “de a pie”. La jueza Palacios deja en libertad al directivo de HSBC que anduvo compinchado con el estafador de Gescartera, Antonio Camacho. Que la acusación privada y la popular cuestionen la decisión echa un buen capazo de sombra sobre la voluntad real de la jueza de esclarecer el asunto, pues, además, tampoco ha juzgado pertinente llamar a declarar a la mandamás de la CNMV en el momento de la estafa, ni al inefable Ramallo, ex dipulátigo para un roto y un descosido de la antigua oposición del PP y broncobravucón predilecto del caudillito.  En la hora de la despedida, el gociuerno  ha decidido perseverar en su política de convertir Cataluña en una autonomía impuesta a fuerza de aumentar los tramos impositivos sobre los que tiene competencia. Que el Consejo Islámico de Cataluña pida clases de árabe para sus fieles no le parece mal a Clonista e incluso le parecería mejor aún que esas clases se abrieran a la participación de los estudiantes no árabes, lo cual permitiría un acercamiento real de mundos que tienden a guetizarse en el recelo, el descrédito y el desafecto. La campaña impulsada por Emma Bonino contra la mutilación genital femenina despierta de inmediato la simpatía y el afán de participación –se requiere a través de Internet- de Clonista. La parlamentaria europea lo dice bien claro: “el enemigo más encarnizado de la mujer ha sido la tradición, y su incondicional aliada, la religión.” Contra ese poderoso equipo ideológico se necesita mucha solidaridad, desde luego. Ha muerto Luis Ciges, un característico de la estirpe de Pepe Isbert. Muy próximo a Buster Keaton en su estilo hunmorístico, sólo tuvo una oportunidad protagonista: El milagro de P.Tinto, una maravillosa extravagancia insólita que es, en realidad, el milagro de su interpretación y, sobre todo, de su voz, de su dicción. Se lleva, como se lo llevó Isbert, el secreto de la naturalidad. Mientras, la UE se declara incapaz de acabar con otro secreto muy distinto: el bancario, que sigue vivito y coleando para vergüenza de todos.