sábado, 3 de octubre de 2015

3-8-02

     De ayer a hoy las alegrías no le han durado a Rato ni siquiera su apellido. Y más que cambiarán las cosas a medida que la crisis sudamericana se vaya acentuando y sus efectos sigan golpeando una economía que tiende a replegarse y soltar lastre, esto es, esperanzas humanas de progreso. No han pasado ni 24 horas y las excelentes perspectivas han dejado paso a unas expectativas realistas; de la solidez de nuestra economía se ha pasado al inevitable efecto de interconexión entre las economías de todos los países, que dicta la medida de nuestros esfuerzos para salir de la crisis. Del ser o no ser, hemos pasado al hay o no hay, ¿estamos? Del día siguiente es también la resolución del misterio de los asesinatos de los inmigrantes, puesto que fueron condenados a morir ahogados tras ser expulsados de la patera, machete en mano, por los patrones esclavistas. Fritz Perls quiso irse de Usamérica cuando Nixon llegó al poder porque le parecía que el fascismo había conquistado el poder. ¿Qué diría hoy de la administración Bush si supiera que el FBI pretende que 37 congresistas pasen la prueba del detector de mentiras para esclarecer cómo han llegado a la prensa informaciones comprometedoras para la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad? Bonito panorama se cata en la tierra de la libertad. También el partido de Mafiosconi es la Casa de las Libertades. Bonitas coincidencias nominales. Clonista se recrea en la victoria indígena sobre la administración Fox al hacer desistir al gobierno del botero de la construcción de un nuevo aeropuerto arrasando a sangre y fuego, esto es, a golpe de expropiación miserable, las tierras de las que viven dichos indígenas. Contrasta la noticia con una de las primeras medidas de la derecha absoluta en Francia: subirse los sueldos ministeriales un 70%. A fuer de sinceros, no obstante, no parece que el sueldo actual sea ninguna ganga para ningún ministro en comparación con lo que cualquiera de ellos ganaría en la empresa privada, aunque el monto sí que sigue siendo un insulto para los desheredados de la fortuna que oyen hablar de ellos como quien entra en la más amable de las ficciones, en el que considerarían el mejor de los paraísos. A Clonista le complace haber coincidido con la oposición al goppierno a la hora de denunciar la obra nefasta de lo que ellos han bautizado como Centro de Intoxicaciones Sociológicas con evidente acierto. No era para menos que armasen el vuelo y el revuelo que la ocasión merece. Les honra. Y les deshonra, como si en realidad hiciera falta alguna demostración más, a los de B,  la campañaSA hecha contra un ertzainza que parece haber perdido unos nervios que pueden quebrarse en cualquier momento con toda justificación. Suma y sigue. Clonista renuncia a entrar en la degollación por celos cometida por una adolescente cuya obscenidad emocional supera la capacidad de espanto y comentario de Clonista. Al mismo le cuesta discernir, a menudo, qué sea noticia o no. Pongamos por ejemplo las declaraciones de Montoro sobre que el PSOE quiere manos libres para que sus ayuntamientos despilfarren. ¿Dónde está la noticia? ¿No parece, antes bien, la colaboración necesaria para que una acción propagandística tenga sentido y alcance su objetivo? La extensión de la crisis argentina a Uruguay, adonde muchos ahorradores exportaron sus dineros para salvarlos del corralito, se veía venir. La banca es insaciable, y sus tentáculos poderosos. No sabe Clonista qué extraña asociación se produce entre vacaciones y novela negra para que todos los veranos haya un especial dedicado a ella en los suplementos literarios. De todo lo leído con relativa atención, Clonista se queda  con la afirmación de Castellucci y Guidi: “Hoy el lenguaje mítico no funciona porque ha desaparecido la concepción trágica de la existencia”. Desde luego. Sería curioso contemplar cómo se desenvolvería Unamuno en el cotarro cultural español contemporáneo. Probablemente ni pudiera acceder a una tribuna desde la que hacer oír su voz apocalíptica. Retomado el libro Historia de un alemán 1914-1933 de Sebastian Haffner, ha leído Clonista algunas reflexiones sobre la importancia de que esa crónica fuera hecha por un joven sin ninguna relevancia especial que le han animado y estimulado para cumplir con su ahora altísima tarea no tanto de ser testigo de un  año, tampoco crucial ni espectacular, de la vida de un país, de un continente  y de un mundo, cuanto la de ser la expresión viva del seguimiento, a pie de obra, de cómo se escribe la historia, todo ello  desde la conciencia individual y su limitado radio de acción. 

viernes, 2 de octubre de 2015

2-8-02

     Las vacaciones de verano conllevan un plus de nocturnidad no alevosa que le impide a Clonista cumplir con su débito a su debido tiempo, de ahí que vaya instaurándose como costumbre el regresar en el tiempo a la realidad prensada del día anterior para concluir lo prescindible que acaba resultando lo que fue, en principio, el imán poderoso de una atención convertida casi en necesidad. En una vieja casa de pueblo de Villanueva de Bogas, villa que lo fue en el XIII de Jiménez de Rada, Clonista se siente como en casa, dada la calidad de su antecesor en el oficio, cuya Historia Gótica recuerda de lejanísimas clases de medieval con Lavandeira, amable silbido pidaliano. A la sombra de una habitación con muros de medio metro de espesor y mínimos ventanucos que protegen del despiadado sol de la Mancha, el mismo que le derritió los sesos al ingenioso caballero -¡Qué crueldad, la cervantina, de hacerlo salir en el tórrido verano manchego a la búsqueda de aventuras!-, Clonista se abre a una realidad prensada cuyo eje dramático sigue siendo la muerte. En esta ocasión la de trece inmigrantes a quienes los mafiosos que los transportaban en patera los arrojaron al mar a menos de 200 metros de la costa junto con los otros ocho que lograron salvarse. Fue, en salvaje realidad, arrojarlos al foso de los leones de la avaricia desalmada. Para evitar la detención y la única acusación posible, comercio de esclavos, los patrones de la embarcación los debieron obligar, Clonista ni se imagina con qué métodos, a saltar al agua, a pesar de las protestas de quienes, como se ha demostrado, no sabían nadar. En el interior, el editorial destaca la macabra estadística del último lustro tenebroso: 4000 inmigrantes muertos; la mayoría sin nombre, destaca el editorialista con la convicción primitiva de que la pérdida del nombre es la pérdida del alma. Después de la última matanza provocada por los terroristas palestinos, Bush, el defensor de los fuertes, insiste en la vieja teoría del derecho a la defensa de Israel, razonamiento que es de vía única, como la estrechez mental de quien la repite. Más vivo es su colega italiano, Mafiosconi, quien ha conseguido que se apruebe una ley en el Senado para que el Ducesconi pueda recusar a los jueces que, a su juicio –es decir, legítima sospecha-, resulten  sospechosos de parcialidad. En definitiva: justicia a la carta, sin venda y hasta sin balanza. No en vano el partido del ducito se llama Casa de las libertades, claro está. En el otro platillo de la balanza, el de la defenestración, le ha tocado el turno a aquella esperanza blanca del castrismo que parecía Roberto Robayna, el Roberto Alcázar caribeño, que ha acabado siendo expulsado “deshonrosamente”, después de haber congeniado, entre otros varios, con uno de los nuevos amos de Trasmediterránea, el excelente gestor de su patrimonio exterior, Abel Matutes. Entre los otros había incluso un acusado de pertenecer a la mafia de Juárez dedicada al narcotráfico. Más discretamente, aunque debería ocupar espacio de titulares, se descubre ahora lo que, en su momento, ocultó la propaganda de Mafiosconi, que la policía había fabricado las pruebas para justificar el asalto contra los manifestantes antiglobalización en Génova. La realidad también es amante de las coincidencias, es una de sus pasiones confesables. Y una bien notoria es el artículo de opinión escrito por Ignacio Sotelo y dedicado a la política cultural exterior de los gobiernos. Concretamente se centra en el caso italiano, pues Ducesconi, al acaparar también la cartera de Asuntos Exteriores, se ha convertido en la primera autoridad de quienes representan la cultura italiana en el extranjero. ¿Conclusión? Sustituir, al modo totalitario aznarista, tan colega suyo, la cultura por la propaganda. ¿Destituciones? Las de todos cuantos siguen pensando que la cultura ha de ser, sobre todas las cosas, pensamiento crítico. A Clonista le reconforta coincidir con Sotelo en el ejemplo de Unamuno relativo al periódico El pensamiento navarro. Las anécdotas, a veces, se acaban convirtiendo en síntomas. El capítulo de la perversión del razonamiento tiene en la estadística un paradigma insuperable. Atender a las preocupaciones sociales por el resultado de unas encuestas que solo confirman lo que los medios de comunicación a las masas han sembrado en las semanas anteriores a la recogida de datos resulta espectacularmente estúpido, amén de ser carísimo y, por ende, gratuito. Que se le pregunte al encuestado si hay “relación” entre inseguridad ciudadana e inmigración resulta tan aberrante que obvia cualquier arremetida crítica contra la desfachatez manipuladora del CIS, a quien el goppierno ha hecho ciscos desacreditantes con su afán faccioso y totalitario. Junto a esa noticia, la redacción pueril e ingenua de Josep Garriga, quien afirma que “la inmigración es citada espontáneamente en el sondeo como el segundo problema de Cataluña”, le resulta enternecedora a este Clonista resabiao y malicioso. ¿Quién recuerda hoy, por ejemplo, el asunto de las vacas locas sobre el que se creó una alarma social prensada, si bien no sin fundamento y que fue durante tantas semanas la principal preocupación de los españoles?  Las encuestas son el capricho autocomplaciente de los manipuladores. La particular guerra vótica entre los antiguos socios de legislatura, PNV y PP, continúa con excelentes resultados para ambas partes, de lo que se congratulan día sí y al otro también. Prometen, por ende, seguir apretando la pinza que estrangula al PSE, y en parte alícuota al PSOE. Por el flanco sur de su estrategia, las cosas se calientan y se azuza a las masas para que ocupen el coso patriótico donde sacrificarse por dos plazas fuertes que son las niñas de los ojos de los restos de una grandeza tan antigua como nuevo es el reino de Marruecos que las reivindica para que su soberano siga distrayendo a sus súbditos de la miseria, mientras él suma al patrimonio de sus almas los dólares paganos que se multiplicarán en cuentas suizas y en paraísos fiscales. Del oasis terruñero llega la noticia de un temporal que impresiona sobre el papel con sus siete millones y medio de litros de agua, una transcripción inusual. Aun así, los 200 litros por metro cuadrado causan sobresalto. Clonista ha vivido alguna gota fría que le ha dejado helado y recuerda vivamente una durante la que  su conjunta, con el primogénito de ambos de la mano, hubo de retroceder en su intento  de atravesar la Gran Vía, convertida en un Ebro cualquiera. Y junto al temporal, la Generalidad que le gana por la izquierda al Ayuntamiento carlesino y regula por decreto los prostíbulos ante la estupefacción de unos y unas y el reconocimiento de otros y otras: cosas de la mercadotecnia política ante el gonzalofernándezdelamoriano crepúsculo de las ideologías, lectura que debió serlo de cabecera del cachorro anticonstitucional Aznar. En el apartado de cine de la Revista de Agosto aparecen unas imágenes de la segunda parte del Quijote, rodada por Manuel Gutiérrez Aragón. A Clonista le parecía imposible, después de la interpretación de Fernando Rey como D.Quijote en la primera parte rodada para la televisión, hallar un actor que pudiera estar a la altura de quien falleció antes de poder interpretar la segunda parte. La imagen impactante es la del actor Juan Diego Botto caracterizado como Dulcinea. Sobre la de Juan Luis Galiardo como D.Quijote Clonista se reserva el juicio. D.Quijote es hombre de visajes, y hay que ver los del actor antes de decidir si se ha aproximado al modelo narrativo o al muy logrado de Fernando Rey, cuya actuación debería ver e incluso imitar en parte. Se promete mucho. La sin par atmósfera cervantina conseguida en la serie de televisión exige ir a ver esta segunda parte, ahora rodada para el cine, como si aquella hubiese sido una preparación para esta de ahora. Clonista tendrá la suerte narrativa de poderla ver dentro de los límites temporales de la presente clónica, por lo que se cita a sí mismo para salir de dudas hacia el mes de noviembre, camino ya de los estertores de su aventura. Trasplantado a la que fue rompeolas de las españas, Clonista se lleva otra sorpresa estadística menos polémica, eso sí, que las anteriores, pero más desoladora: “80.000 menores de la región hacen ‘botellón’ con frecuencia” y “el 32% de los que beben en la calle ‘no ve alternativa’ de ocio.”  Siendo un apasionado amante de la lectura y del cine, Clonista se pregunta qué sueño egoísta de la sociedad es el que crea monstruos tan de botella y media. Ahora mismo se da cuenta Clonista de que, al llegar al final de la realidad, allí donde la economía linda con la televisión, su cómitre fiel, esa realidad no es otra cosa que el efecto anticipado a la causa, sea cual sea la parcela de realidad prensada y la posteriormente seleccionada por Clonista o cualquier lector. Por eso las noticias relativas a la delincuencia de cuello blanco son tan estremecedoras. ¿Qué vale, frente al desmoronamiento de los resortes básicos del sistema capitalista, el empecinamiento del ministro Rato en sus buenos augurios macroeconómicos, después de haber ido fracasando indicador tras indicador –de nuevo la errata de pulsación, tras sindicador, tiene más miga que el mensaje original– hasta el batacazo de la huelga general y las movilizaciones que se avecinan? A veces las verdades tienen carácter revolucionario, y bien podría ser que los males de la patria recitados por Zapatero acabaran creando una conciencia de levantamiento popular contra la miseria temporal que fundamenta la acción de goppierno, esto es, de desgobierno, o de enriquecimiento de próximos, de prójimos. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

AGOSTO
1-8-02

     Comienza el mes evadido de la cronología y Clonista se adentra una vez más en el bosque tupido de las noticias para confirmar que la realidad prensada no se aparta un jeme de lo que exigen las livianísimas necesidades de sus consumidores. Además, y para remachar el clavo, Clonista se las pinta solo para complicarse la vida. Al débito clónico le acaba de sumar una dieta drásticotrágica de la que espera que le lleve a preparar la próxima temporada maratoniana en tales condiciones que pueda aproximarse a la respetabilísima barrera de las tres horas, y de paso a cumplir una promesa a su hija: afeitarse el bigote y la perilla al llegar a los imposibles 70 quilos. Minucias de esta entidad constituyen parte importante de su realidad; más, por supuesto, que ese tiovivo bursátil insoportable y recurrente. A su modo, la provocación asesina de Sharon y la respuesta desesperada y también asesina de los terroristas palestinos forman parte de esa realidad sin otra sustancia que la distancia y el absurdo nacionalista y religioso, que se atiene, en ambos bandos, a la misma pobre e inhumana ley: ojo por ojo, diente por diente. Tampoco la boca chica de Arzalluz negando una verdad que lo es aunque no lo sea realmente, que a tal punto ha llegado el trampantojo, el descrédito y el sobrentendido en las vascongadas; tampoco, decía Clonista, esa realidad chulesca, prepotente y cerril le toca de cerca, aun reconociendo su parcial interés por la evolución de una tragedia con profundas raíces vodevilescas. Si las mentiras contables han revuelto el mundo, no es menos cierto que las mentiras políticas, como las del goppierno contra el gobierno balear, envilecen los tiempos electorales que se avecinan. Llegó al fin agosto y la amenaza se ha consumado: la Revista de Agosto se pone a tono con el periodo estival y se encarga de recordar a los consumidores de realidad prensada que se han adentrado en la terrible burbuja agosteña de la que les costará salir dios y ayuda. Cine, música, reportajes, firmas ilustradas, chistoserías narrativas, crónicas estivaleras, etc. Clonista revisa el cuadernillo y se le desencuaderna el humor, ciertamente. Ni siquiera lo tiene para asistir al simulacro de sí mismos de los marujeos. Se lo repara, sin embargo, el humor, el festival númerico de una noticia sobre la primera aplicación de la ley seca: denunciadas 29 personas; puestas 50 denuncias; otra de las denuncias; y la causa de las siete denuncias restantes..., puede llegar a leerse en el cuerpo temulento de la noticia. Hermoso galimatías aritmateico... Con el derrumbamiento de la que se tuvo por casa de san Isidro ha desaparecido el emblema del ideal de un pueblo: que trabajen otros por él. El calor estraga. Y la realidad no se ve menos afectada que Clonista o cualquier hijo de vecino. Malos augurios pintan para el  mes por venir.

martes, 29 de septiembre de 2015

31-7-02

     Tras unas cuantas horas de relativo esparcimiento, vuelve Clonista a su ardua tarea que hoy le parece más de réplica que de clónica. Quizás cierto complejo de criado respondón sea lo que le ha llevado a pensar en la impropiedad del título de su aventura, pero ahora es demasiado tarde como para cambiar de caballo a mitad de carrera. Por otro lado, traspasado ya el ecuador de la prueba, ¿cómo reinventar el proyecto sin que la impostura inicial arrase con lo por venir, desde su condición de pasado macizo y solo en parte inmutable? Mejor es atenerse al esclarecimiento de esa realidad tan denostada, escurridiza, imposible, incierta, ficticia, sobre todo prensada y a veces hasta seductora. Azúa, siempre tan perspicaz como ingenioso, lo clava hoy en su columna de despedida, cuando dice que los que se van siempre se quedan solos porque se quedan sin nosotros, que somos el único mundo verdadero. Ahí está el meollo del asunto: desde nosotros todo es posible, sin nosotros nada existe. Lo malo es cuando el sujeto es la encarnación de la duda y la extiende, como se dice vulgarmente  -que es la única manera sensata de decir- hasta a su sombra. Pero conviene no despistarse y acometer el reconocimiento y rehacimiento de la realidad del día, hoy madrileña en la sección terruñera, pero universal en lo prensado. Los aires tranquilos del periodo estival tienen su representación en la imagen del caudillito compitiendo con unas robustas mozas del partido, icono que remacha la burla paisana contra las condiciones atléticas del mediocre mandamasillo y fino poeta en la intimidad bilingüe. En la información de páginas interiores se nos advierte de su necesidad de ponerse en forma para la larguísima campaña electoral que se avecina, acto tras acto, sin dar palo al agua, ni tampoco de ciego, aunque sí repletos del más fino sentido del humor político que parió madre, ¡arsaznar y toma! Al otro lado de la página, que vale tanto como al otro lado del Estrecho, el reyezón  marroquí les pone a sus compatriotas el chupachups de Ceuta y Melilla para que distraigan el hambre. A Clonista sigue llamándole la atención la intensa actividad universal por el dominio de la comunicación, cuando es notorio que el descrédito del periodismo audiovisual o prensado es superlativo. La Oficina de Comunicaciones Globales creada por Washington es algo así como el recambio para el nonato Departamento de Información Estratégica. La diferencia parece sustancial, pero, bien mirada, es irrisoria. En el último, la información generada era deliberadamente falsa y se pretendía hacerla pasar por verdadera. En el primero se falseará deliberadamente la realidad supuestamente verdadera para intentar cambiar la imagen de Usamérica en el globo. Nunca hubo época histórica tan dominada por la imagen. Antes, a la imagen se la llamaba gesto. La devaluación del referente es lo trágico. Ahí está la precaria paz firmada entre Congo y Ruanda tras cuatro años de guerra que arrojan un saldo de más de dos millones de muertos inexistentes. Ni Clonista ni nadie es capaz de hacerse a la idea de los grandes números del dolor físico y espiritual. Leer ese saldo inmoral sin el más mínimo estremecimiento y sin sentirse especialmente anestesiado por la globalización es hiriente y espeluznante, pero obra de la realidad, al fin y al cabo. El sufrimiento prensado permite tener un valor enorme y una entereza a prueba de casi cualquier horror. La capacidad para sentirse herido por las declaraciones hechas a través de la prensa, no solo afecta a los conquenses.  El presidente de Brasil, Cardoso, ha exigido una rectificación pública al Secretario del Tesoro usamericano, O’Neill, quien ha afirmado que los fondos que recibe Brasil del FMI acaban en cuentas particulares. O rectifica o será declarado persona non grata. Se trata del bonito juego del trampantojo de la honra. El día de hoy, que es realidad de ritmo horchatesco para Clonista, es en la realidad prensada un día de dramas humanos muy del tiempo también. Como si detrás de la política y la economía, el destino de los seres humanos fuera meramente asunto de tragedias colindantes con la ficción. Los patrones marroquíes de una patera que siguió su derrota sin hacer caso de que había caído al agua un bebé de dos años al agua han sido encarcelados, acusados de homicidio involuntario. A Clonista no le extraña la depreciación de la vida humana, y menos aún para según quiénes, pero no está de más que el concepto de responsabilidad, un valor en peligro de extinción, se asiente aunque sea a golpe de sentencia. La variedad de lo real, que es algo así como su marca de fábrica, de ahí que la prensa de partido político tenga tan escasa viabilidad, se manifiesta incontrovertiblemente en noticias como el varamiento repetido de esas 40 ballenas en cuarenta y ocho horas. Clonista ha oído hablar, como todo el mundo, de los suicidios de tan hermosos cetáceos, pero le cuesta creer en un suicidio colectivo que tanto tendría de apólogo como de tragedia ecológica. Bastante más sórdidas son algunas realidades como la del matrimonio de 92 y 85 años que, impedidos por haberse caído ambos, fueron rescatados gracias a la vecina que los oyó gemir. Mostraban síntomas de desnutrición. Su único hijo apenas los visitaba. Quien sí ha visitado un barrio degradado, el de Pan Bendito, que confirma la mala leche de la gracia nominal de este pueblo dicharachero, retrechero y zumbón, ha sido la candidata –impecablemente de blanco, como exige su condición- Trinidad Jiménez. ¿Qué realidad de realidades sacará en claro la misteriosa candidata tras su periplo tenorial? La denuncia del poblachón manchego es la inseguridad, pero a veces esa inseguridad esconde otras marginaciones como la soledad. Eso le pasó a la señora de 78 años que alojó, por el único precio de la compañía, a un indeseable, que rápidamente extendió el beneficio a su costilla, y que acabó siendo atracada por ambos. El final fue feliz, aunque no se libró de un golpe tremendo que la hizo sangrar por la boca. El verano español ha consolidado una dedicación cultural casi epidémica. Bien puede decirse que quien no ha impartido o recibido un curso de verano, desde lo más trivial a lo más peregrino, es una pobre alma extraviada y necesitada de urgente redención. Esa epidemia había tomado el relevo de las presentaciones de libros recién aparecidos -¿por qué llamarlos novedades, si son ganas juguetonas de confundir?-, de ahí que la insólita aparición de la noticia de una auténtica novedad haya alertado a Clonista. El arte de medrar. Manual del trepador, de Maurice Joly es la referencia de una adquisición inminente. El traductor, como siempre, el convidado de piedra: no existe. Lo que sí existe es la incansable labor de privatizaciones interesadas del caudillito. Transmediterránea, que era algo así como el Azor del patrimonio, ha acabado pasando a manos de aquel inefable ministro de exteriores y agente comercial de sus propios negocios que fue Abel Matutes, y no de matute, precisamente. Justo al lado, codo con codo, Repsol sigue hinchándose a ganar millones de euros a costa de los precios estratégicamente convenidos con la inexistente competencia y que tanto esquilman el escaso patrimonio de los currantes movilizados de este país. A modo de compensación, y en la estela de la condena a Conde, los estafadores de Bankpyme también han recibido el varapalo judicial que no los obligará, sin embargo, a dormir entre rejas, dada la escasa cuantía temporal de la sentencia. El resfriado del real brasileño, se ha convertido en una buena gripe en las bolsas españolas, alérgicas, por lo que se ve, a cualquier manifestación de lo real y propensas a toda ficción contable, que es lo que cuenta, parece.
30-7-02

     Clonista anduvo de viaje, familia, impedimenta y tortugas, y casi la única realidad contemplada fue la reducida banda de alquitrán de la autopista, primero, y después de la autovía, hasta llegar a Madrid. A mitad de camino, en la rápida sobremesa en un área de servicio, casi al modo cortazariano, Clonista abrió la realidad prensada para satisfacer su sed de amplios horizontes y espacios inconmensurables, así como de cualesquiera saberes que le pudieran llegar a través de la letra impresa. El titular del día constituía un viaje al pasado, a aquellas épocas del todo vale para alcanzar el poder que usó el PP, cuando coqueteaba con paragolpistas, estafadores y demás ralea que pudiera morder aquí y allá en el flanco apetitoso que la ceguera del PSOE ofreció paladinamente, con Roldán a la cabeza. A Clonista, y es malicia su ocurrencia, pasado el tiempo, el relevo del PSOE por el PP se le aparece con la normalidad de aquellos relevos de la Restauración. El gran capital necesitaba otros gestores más sensibles a su voracidad, se despidió a los timoratos socialistas de cierto buen tono intelectual y se convocó a los lacayos auténticos y chusqueros, los de librea, los que le iban a librar los fondos a fondo perdido, esto es, ganado, amén de intentar, si colaba, poner al proletariado en su sitio, es decir, en la tierra de nadie de la inseguridad y la precariedad laborales. A su modo, Conde tiene algo de chivo expiatorio, de escarmiento, de publicidad pagada de la imparcialidad de la Justicia. De esos 20 años de reclusión, ¿cuántos cumplirá? Se admiten apuestas. El otro chivo, a nivel internacional, es Irak. Tras el Ovalgate, ahora le toca el turno a remediar el descenso en picado en las encuestas de Bush, para lo que los asesores insisten en una buena dosis de guerra limpia –e insignificantes, casi despreciables, asesinatos colaterales- retransmitida por la CNN, siempre con el lírico cielo de Bagdad de fondo. Cuando la “salida del armario”, modismo bien extraño a nuestra lengua, se ha generalizado socialmente, un político conservador-tory (a distinguir de los conservadores-laboristas, tipo Blair) ha decidido dar el paso y ahí está con su flamante traje nuevo, dispuesto a obtener el reconocimiento y los réditos electorales pertinentes. El economista Josep Oliver lo dijo un buen día:  la izquierda en España debería estar contenta de que la derecha vaya, poco a poco, asumiendo sus valores y sus actitudes vitales, pues es un modo de seguir gobernando. Clonista cree que pecó algo de ingenuo, a la luz de las tinieblas hacia las que retrocede la política del caudillito, pero en términos generales la observación tiene fundamento. A la vista está, en Inglaterra, por ejemplo. Hecho el despliegue excesivo que requería la condena de Conde el engominado, oportunidad para el lucimiento del jefe de archivo, Gallardón sigue desplegando su glamour liberal, sobre todo desde El País, para cautivar a los damnificados de Manzano que aún no creen en la Santísima Trinidad. Poco más allá, el salaz Miguel Ángel Aguilar, se acerca a la teoría –que en el fondo implica siempre visión- del caudillito aquí repetidamente expuesta, con su artículo Cara al sol. En el Consejo de Seguridad Nuclear hay mala mar de fondo, por el autoritarismo de su presidenta. Lo de siempre. La prensa accede a documentos internos y comienza la siega de cabezas. Se ve que la luz y los taquígrafos, como sostenía Pujol, envilecen la vida política o institucional. Hablando del virrey, aún colea su alusión a Cuenca con retranca, tanto como para llevar al hijo de  un comandante republicano que preside la casa de Cuenca de Barcelona al protagonismo prensado. Clonista se pregunta si las pérdidas, ¡tantas pérdidas!, de tantísimas empresas son simplemente oportunidades desperdiciadas o ganancias, ¡siempre tantas ganancias!, de otros. Le caben dudas, muchas. Y admite más, como en las recetas.

lunes, 28 de septiembre de 2015

29-7-02

     Con cierto fresco vespertino, casi irrisorio, Clonista sigue dudando de que la realidad veraniega tenga algo de realidad, que haya sobrevivido algún pellizco de su condición. Si el titularazo de portada es el aumento presupuestario del trasvase del Ebro en 600 millones de euros, cuando no hay administración pública en este país que se ajuste nunca, para las grandes obras, a lo presupuestado, escasa debe de andar la realidad prensada de noticias que convenzan a los lectores de que en el ejemplar del día van a hallar el retrato clónico de esa realidad tan difícil de apresar, de ordenar, de catalogar y de definir. Clonista, teniendo  en cuenta lo huero de su empeño, lo estéril de su afán, está por decidir que la realidad no existe, que es la invención menor de un escritorzucho mediocre, y a otra cosa, a disfrutar del vuelo rasante. A la política propagandista del goppierno le ha salido una china puntiaguda en el biólogo Massagué, quien amenaza con abandonar su colaboración en el ambicioso Parque Científico de Barcelona, a la vista del descuido presupuestario del goppierno, muy  presto a las primeras piedras, pero muy remiso a las segundas, terceras, cuartas y cuantas se precisen hasta la última. Todo sea que el famoso trasvase se quede –el error de tecleado sed quede es algo más que un lapsus digital, desde luego- atascado en algún barranco por esa desidia económica tan guppernamental. No es de hoy ni de ayer, la fijación que tiene Pujol con no ser confundido con el resto del estado español, que dicen en su tribu territorial; de ahí el exabrupto abominable, un esputo miserable que se le ha caído de la boca gagá llena de la saliva agria de quien mira a los otros como inferiores, según queda memoria prensada de su visión de los socialistas y de los gitanos, entre otros. Según el MH –matrícula de honor en desconsideración-, el PP y el PSOE quieren que “Cataluña sea como Cuenca”, dicho lo cual se quedó más ancho que largo, es decir, como es él, de una sola pieza nacional. Se espera respuesta de José Luis Coll, pongamos por caso de conquense expatriado, que a la larga acaban siendo los mejores, ¿o ni se la merece? Probablemente la callada por respuesta sea el único eco que merecen palabras tan xenófobas. ¡Caramba con la pedagogía política! Nada tan ejemplar en estos tiempos mediocres de goppierno absoluto popular como los excesos de quienes quieren hacer méritos. Y primum inter pares el secretario de Estado de Defensa, a quien se le ha ido la lengua tres o cuatro metros aduladores cuando soltó su brillante se “ha escrito una página heroica” en Perejil. No corrían buenos tiempos para la lírica; pero tampoco los corren buenos ahora para la épica. Sí para la propaganda política nodolesca, desde luego. Al hijo de Suárez, que ha decidido sacar partido de su apellido y de su padre, le han puesto un equipo de televisión siguiéndole los pasos durante su periplo odiseico por su feudo electoral. La justificación es de nota: “siempre dice cosas interesantes”. Se supone que entre verónica y natural, claro está. Mal día el de hoy para recrearse en una realidad que tan poco da de sí. Es cierto que el gran jefe Brazo Fuerte del Tour ha vuelto a ganar otra vez, y se cumple lo previsto. Mañana Clonista sale de vacaciones y se desplaza hacia dos comunidades bien alejadas geográfica y espiritualmente de Cataluña: Madrid y Murcia. Contemplar el turbio oasis desde lejos permite purificar la mirada. Ya veremos.

domingo, 27 de septiembre de 2015

28-7-02

     A deshoras y en el ordenador portátil, Clonista se lanza a la doble aventura de recuperar un domingo insustancial y hacerse al nuevo aparato que le acompañará durante las inminentes vacaciones de agosto, si a las múltiples y variadas obligaciones de agosto se les pueden llamar vacaciones. Clonista no vaca, ciertamente, y aun se quejará de falta de tiempo para cumplir con todas sus obligaciones, las placenteras y las ingratas. Hoy, domingo, ayer en realidad, de nuevo la tragedia se encaramó a lo más destacado de la primera página de la realidad prensada: una catástrofe aérea que se llevó por delante 78 personas que contemplaban una exhibición aérea en Ucrania. Los pilotos, que escogieron, tuvieron tiempo de saltar en paracaídas. Tras la aprobación por parte del goppierno del proyecto de ley sobre educación secundaria, los socialistas llaman a rebato, pero queda por ver con qué propuesta lo hace, más allá de la protesta, que al fin y al cabo la LOGSE fue hija suya y es la que ha conducido a esta suerte de callejón sin salida que ha servido de justificación al PP para ir a la de los suyos, esto es, al negocio de las privadas. De hecho, la principal queja socialista es que no se adjunte al proyecto de ley la memoria económica que permita aplicarla cuando se apruebe, aun existiendo. Es tan escandaloso el desequilibrio entre las ayudas a la pública y a la privada, que el goppierno espera mejores tiempos, más discretos, silenciosos, ¡otro Perejil!, para que salgan al dominio público, a pesar de obrar ya en él, según información prensada de anteayer. El reportaje sobre Argentina insiste en recordar aquella película basada en la novela de Oswaldo Soriano que debería reestrenarse con honores de revelación y reverencia de documento fidelísimo. Otro reportaje dominical, pero no de la revista, sino del diario, alerta de las mafias operantes en España: delincuencia organizada de altos  vuelos  chapuceros y apariencia inverosímil. La realidad veraniega es hábil para declaraciones pintorescas que suelen revelar bastante de los sostenedores de las mismas. Pujol, por ejemplo, se  manifiesta en contra de la retransmisión de los debates parlamentarios. Quizás consciente de sus eternos problemas de imagen, y de los aún más serios de su salmonete –porque hablar de delfín suena a insulto que los delfines en modo alguno merecen, aunque, bien mirado, tampoco los salmonetes, ¡tan sabrosos!-, el MH ha decidido que la luz y los taquígrafos famosos deben ser cosa de la prehistoria y que no va con el nacionalismo bien entendido, que ha de ser cosa de petit comité, de familia bien o malavenida, pero de familia. B, antigua HB, está viendo que el victimismo real de quienes disienten del totalitarismo nacionalista da resultado mediático y enseguida se ha aprestado a robar el banderín de enganche. Ahora, concejales de Hernani acusan a la alcaldesa Ana Urchueguía, apaleada por correligionarios de esos fascistas, de “ponerlos en el punto de mira”. Niños y asesinos es una combinación escalofriante, no hay duda.  Las televisiones autonómicas andan con números rojos sempiternos, pero cae dentro de lo aceptable política y socialmente, mientras el pueblo reciba sus dosis de bazofia teledirigida. Los accidentes en la construcción continúan ascendiendo. La avaricia humana lleva a que un aumento de sueldo evite reclamaciones en caso de accidente. Cegados por los beneficios ridículos del destajo, los jóvenes aceptan cualesquiera condiciones de trabajo. La información relativa a los sueldos de 1800 euros para personas sin cualificaciónn profesional de ningún tipo lo dice todo. Mal anuncio ha hecho el PSC de controlar al céntimo de euro las cuentas del gociuerno de Pujol i MasDuran para que en esta carrera frenética de despilfarro publicitario hasta las próximas elecciones no les vayan a dejar una Generalidad tan endeudada que su única gestión posible sea la devolución de la deuda. Que el calor devalúa, degenera, la realidad no hay más que observarlo en el despliegue publicitario, autopublicitario de la empresa paisana para anunciar un agosto prensado casi al modo de la Tele 5 de sus más lúgubres épocas lazarovianas: “Reportajes, espectáculos y mucho humor en agosto”. Para echarse a temblar. Más provechosa es la entrevista de largo aliento hecha a Marcel Gauchet en el suplemento, de la que se destaca, con   fundamento, la siguiente afirmación incontestable: “La televisión vacía la democracia. De aquella imaginación al poder que reclamaban los jóvenes en el 68 hemos pasado a la imagen al poder actual, tan castradora”. En un rasgo de sinceridad que le honra, José Bono, de tan buena pasta apostólica él, reconoce que la política acaba entonteciendo, y aunque el reconocimiento esté entresacado de un contexto superficial y festivo, las bobas entrevistas de Karmentxu Marín para el ¡adiós! dominguero de la contraportada, debe ser una convicción profunda. No en vano lo dice quien lleva casi veinte años gobernando y treinta y dos militando. Clonista espera encontrarse mañana con una realidad menos reportajeada y más centrada en sí misma, si bien es consciente de que en agosto hasta la realidad, a la que puede, se escapa de sí misma. Clonista no, Clonista sigue al pie del cañón de la realidad prensada artificial con la esperanza estúpida  y la ilusión ciega de seguir esquiando por sus pistas celulósicas con el mismo escepticismo que el primer día, ¡tan lejano ya, ay!, del inicio de su singular aventura.